El economista y político Javier Milei ha puesto todas sus fichas en la aprobación de la Ley Ómnibus como la medida crucial para atraer inversiones y desencadenar una rápida recuperación económica. Fuentes cercanas al círculo íntimo de Milei han confirmado a Clarín que confían en que los gobernadores, enfrentados financieramente y presionados por la urgencia de restablecer el Impuesto a las Ganancias, brindarán su respaldo a la iniciativa.

El mensaje que Milei transmite a los gobernadores es claro: la Nación está dispuesta a discutir el paquete fiscal, pero previamente necesita la aprobación de otras reformas. Además de resaltar la importancia de la Ley Ómnibus, se insta a considerar un proyecto de reforma laboral y otro de reforma provisional, este último incorporando una nueva fórmula jubilatoria.

«La ley de Bases no está sujeta a negociación. Se aprueba en estos términos o no se discute. La discusión del paquete fiscal se llevará a cabo posteriormente, en función de este resultado», afirmó un miembro de confianza del equipo de Milei en declaraciones a este medio.

El respaldo del ministro de Economía respalda esta estrategia, respaldado por la positiva situación de las cuentas públicas en enero, atribuida a la reducción de salarios y jubilaciones, así como al recorte de fondos a las provincias. Un informe del economista Nadin Argañaraz subrayó que las transferencias no automáticas de la Nación a las provincias en enero de 2024 alcanzaron su punto más bajo en los últimos 31 años.

En el Palacio de Hacienda, señalan que si alguna provincia enfrenta dificultades para pagar sueldos o mantener la seguridad, será responsabilidad del gobernador de dicha provincia. La atención del Ministerio de Economía se centra en la aprobación de la reforma laboral y en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, que contempla exenciones fiscales para empresas del sector minero y energético.

El ministro de Relaciones Exteriores, Toto Caputo, muestra un gran entusiasmo por la perspectiva de inversiones y el interés internacional generado por Milei. Esta emoción se ve reflejada en las embajadas de los países del G7 en Buenos Aires, donde se confirma el objetivo compartido de «repriorizar» a Argentina en sus agendas.

«Argentina es como un Ferrari que, tras estar sin ruedas y sin conductor, ahora tiene neumáticos nuevos y un piloto de karting. Quizás no pueda alcanzar los 350 km/h que podría, pero sí puede andar a 80 km/h», argumentan desde el gobierno.

Sin embargo, obtener los votos necesarios, ya sea para Milei o para los gobernadores, no será una tarea sencilla. La dinámica de presión, cambios de postura y el trato igualitario hacia todos los legisladores implementado por Milei en las sesiones extraordinarias ha debilitado a la oposición dialoguista.

En Juntos por el Cambio, los líderes están divididos y carecen de una posición unificada frente a Milei. Los legisladores se encuentran atrapados entre el maltrato diario de Milei y el temor a la presión social, aunque evitan ser percibidos como obstáculos para un gobierno que aún goza de apoyo electoral. El kirchnerismo, aunque débil en la Cámara de Diputados, podría influir en el Senado con solo cuatro votos necesarios para abrir una sesión.

El bloque PRO ha manifestado su consenso para avanzar en reformas clave, como la ley de hidrocarburos y el régimen de inversiones, así como declarar a la educación como esencial. Sin embargo, la posibilidad de una alianza con Milei o su partido, LLA, se descarta por el momento debido a las tensiones internas.

En resumen, la aprobación de la Ley Ómnibus se presenta como una pieza fundamental en el tablero político y económico de Argentina, con múltiples actores y escenarios en juego. La atención está puesta en la capacidad de negociación y en la evolución de las alianzas políticas en un contexto de incertidumbre y desafíos económicos.