Este martes, la Cámara de Diputados dará inicio al análisis de la propuesta en un plenario de comisiones, marcando el terreno para un debate intenso y estratégico.

Los bloques, tanto oficialistas como opositores dispuestos a respaldar con condiciones, aguardan para evaluar la disposición del Gobierno hacia las modificaciones propuestas. Al mismo tiempo, se esfuerzan por unificar posturas internas para encarar este inicio de debate.

La discusión se desplegará en las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales a partir del martes al mediodía, con exposiciones de funcionarios durante varias jornadas, extendiéndose hasta el día siguiente. El oficialismo buscará emitir dictamen la semana próxima, con la meta de llevarlo al recinto el 24 de este mes.

Paralelamente, las voces opositoras intensifican sus llamados para iniciar el debate sobre el megadecreto en la comisión bicameral del área, aunque esta aún no esté conformada. Aunque el texto ya ha ingresado por el Senado, los nombres de los integrantes están pendientes de definición por resolución de Victoria Villarruel y Martín Menem. Las disputas por estos cargos han favorecido, hasta el momento, la estrategia oficialista de ganar tiempo.

La debilidad numérica de La Libertad Avanza (38 diputados sobre 257) otorga relevancia a los bloques aliados, como el PRO, y a los opositores dispuestos al diálogo, tales como la UCR, Hacemos Coalición Federal y otros vinculados a gobernadores. En cambio, Unión por la Patria y la izquierda parecen encaminarse hacia el rechazo.

Carlos Castagneto adelantó en radio 10: «No vamos a acompañar nada». La incógnita recae en la posible presencia de los 102 integrantes de UxP en la sesión, ya que sus ausencias podrían inclinar la balanza a favor del oficialismo. Los cinco diputados del Frente de Izquierda también se opondrán.

Dentro de este escenario, el PRO se muestra como el espacio más dispuesto a avalar el proyecto, incluso en sus aspectos más controvertidos, como las delegaciones legislativas al Poder Ejecutivo en el marco de la emergencia pública en diversas áreas.

«Estamos dispuestos a acompañar, haciendo observaciones para mejorar el texto», confirmó un legislador del macrismo, alineado con las expresiones públicas de Milei. El Presidente, en radio Mitre, reiteró: «No negociamos nada, solo aceptamos sugerencias para mejorar».

Sin embargo, algunos legisladores alineados con Horacio Rodríguez Larreta presentarán ciertos reparos. «El ‘bullrrichismo’ es parte del Gobierno, pero hay aspectos que son un disparate. No vamos a declararlo emperador por los próximos cuatro años», contrapusieron desde ese sector, anticipando una reunión de bloque este lunes.

En la UCR, con un ala más crítica, buscan converger en una posición unificada. Rodrigo de Loredo, jefe del bloque, señaló a Clarín: «Nuestro posicionamiento es constructivo, pero el ‘todo o nada’ no es una estrategia efectiva para que avancen las reformas».

Los radicales han establecido un «semáforo» para discernir entre partes más discutibles y otras que podrían ser acompañadas con modificaciones o sin cambios. Entre los puntos marcados en rojo se encuentran las delegaciones al Ejecutivo, la eliminación de la fórmula de movilidad jubilatoria, el procedimiento para privatizaciones y el aumento de retenciones.

Sin embargo, cerca de una decena de correligionarios adoptará una postura más rígida. «Vamos a decidir basándonos en nuestros votantes y convicciones, no en gobernadores o coyunturas políticas. Somos opositores», subrayó un diputado.

La amplitud de los temas en discusión potencia las dificultades para alcanzar consensos, coincidiendo tanto en la UCR como en otros espacios. «Además de las posturas fuertes y flexibles, la discusión está influida por intereses regionales. Los mendocinos se destacan por el vino, los tucumanos por el bioetanol, mientras que santafesinos, cordobeses y entrerrianos enfatizan en las retenciones», reflexionaron algunos actores en proceso de articulación.

Otro bloque determinante, Hacemos Coalición Federal, liderado por Miguel Pichetto y conformado por distintos sectores, desde la Coalición Cívica hasta Emilio Monzó, Nicolás Massot, Margarita Stolbizer y Ricardo López Murphy, también expresa sus posiciones.

«Rechazamos las facultades delegadas y pedimos eliminar aspectos absurdos. Un Gobierno en crisis económica y social no puede proponer un proyecto extenso sin prioridades claras», aseguró Stolbizer. A pesar de coincidencias generales, las divergencias surgen en aspectos específicos.

Un miembro del bloque advirtió: «El gobierno debe recibir su ley, pero tal como está el dictamen, no podemos respaldarlo. Proponemos reformas y, si no se consideran, no obtendrán nuestros votos», aunque el oficialismo ha dejado abierta la posibilidad de maniobrar para posibles modificaciones.