En un giro estratégico con miras a la reestructuración económica argentina, el futuro Ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, ha encabezado encuentros trascendentales en Washington. Este martes, desplegó reuniones fundamentales, primero con altos funcionarios del Tesoro y luego en el Fondo Monetario Internacional (FMI), acompañado por el futuro Jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Sorprendentemente, el presidente electo, Javier Milei, optó por asistir solo a la Casa Blanca, desmarcándose de las citas económicas.

Caputo, tras salir de la reunión, compartió con los periodistas expectantes su evaluación: «Fue una buena reunión», subrayando la relevancia de los encuentros.

El peso de la visita de Caputo y Posse fue significativo, siendo recibidos por figuras clave como Michael Kaplan, secretario adjunto para el Hemisferio Occidental, y Jay Shambaugh, secretario adjunto para Asuntos Internacionales del Tesoro. La influencia del Tesoro es crucial, dado que Estados Unidos ejerce el principal rol accionista en el FMI, determinando cualquier decisión referente al programa argentino en el directorio ejecutivo.

Caputo detalló el plan de Milei a los funcionarios del Tesoro, apuntando a restablecer la confianza, desgastada en los últimos meses. Si bien la Casa Blanca respaldó al gobierno de Alberto Fernández ante el FMI, la facción más técnica del Tesoro comienza a impacientarse ante los incumplimientos argentinos.

De hecho, las palabras de Shambaugh en septiembre enfatizando que el Fondo «debe estar dispuesto a retirarse si un país no toma las medidas necesarias» se interpretaron como un mensaje directo a Argentina.

No obstante, la propuesta de Caputo al FMI y al Tesoro fue aún más drástica de lo inicialmente requerido, sumando reformas estructurales demandadas desde hace tiempo por el Fondo. Esta perspectiva fue bien recibida en ambos frentes.

El desplazamiento de Caputo y Posse desde la Casa Blanca hasta la sede del FMI, a pocas cuadras y bajo temperaturas gélidas, reflejó su satisfacción al recibir un apoyo indirecto del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, insinuando un respaldo financiero adicional.

En la reunión en el FMI, estuvieron presentes figuras clave como Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental; Luis Cubeddu, encargado del programa argentino en detalle, y Sergio Chodos, representante del gobierno de Alberto Fernández en el FMI, aunque se estima que su papel fue meramente protocolar y no participativo en el encuentro.

En respuesta, un portavoz del organismo afirmó: «Un equipo del Fondo Monetario Internacional liderado por la Primera Subdirectora Gerente, Gita Gopinath, se reunió con Nicolás Posse y Luis Caputo, asesores económicos del presidente electo de Argentina. Han debatido los complejos desafíos que enfrenta el país y los planes para fortalecer urgentemente la estabilidad y sentar las bases de un crecimiento más sostenible. Ambos equipos continuarán colaborando estrechamente en el futuro.

Caputo, con experiencia previa en negociaciones del FMI durante su gestión como Ministro de Economía de Macri, ahora debe retomar el diálogo con nuevos actores y replantear el programa ante inminentes vencimientos.

Desde el entorno de Milei, se había anticipado que las reuniones buscaban explicar el plan económico, enfocado en ajuste fiscal, reforma financiera, del Estado y desregulación. Se aclaró que no buscaban financiamiento, aunque se había sugerido que Caputo se había reunido con inversores en Nueva York, algo que él negó.

La urgencia de fondos frescos se hace patente ante el acuerdo prácticamente caído y las reservas en descenso. El nuevo gobierno necesita renegociar rápidamente con el FMI debido a los US$ 6.500 millones pendientes por desembolsar, gran parte vinculados a la revisión de noviembre, proceso que se encuentra congelado.

Además, enfrenta vencimientos significativos, con pagos inminentes por un total de US$ 4.450 millones, más de la mitad a ser cancelados al Fondo y el resto a bonistas. Dado el insuficiente desembolso de noviembre, Caputo deberá obtener adelantos de fondos o posiblemente retrasar pagos.

El programa presentado por Caputo, en representación de Milei, se centra en recortes del gasto público, proponiendo un ajuste fiscal del 5% del PBI en 2024, acompañado de reformas estatales, privatizaciones y desregulaciones. En paralelo, se enfrenta al desafío de generar un programa que permita adquirir deuda en dólares para rescatar parte de las Leliqs, un compromiso asumido con Milei.