En medio de un escenario de tensiones internas que vienen escalando desde hace meses, Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación, sorprendió con un mensaje público que busca desactivar las disputas con el presidente Javier Milei y reafirmar su lealtad a La Libertad Avanza (LLA). Esta declaración se produce tras fuertes críticas del mandatario, quien desde Roma advirtió que «el que viene con agenda propia y no acata la línea del partido es expulsado».
El último episodio que intensificó la grieta interna fue la polémica sesión del Senado en la que se desplazó a Edgardo Kueider, el legislador entrerriano que cumple arresto domiciliario en Asunción. En este contexto, Villarruel publicó este domingo un sorpresivo comunicado en redes sociales. “No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el presidente Milei me lo pida”, aseguró. El mensaje, interpretado como un intento de distensión, contrasta con los rumores sobre el deterioro de su relación con el mandatario, que según fuentes oficiales se remonta a los tiempos de la campaña de 2023.
Un vínculo marcado por tensiones
La relación entre Villarruel y la “mesa chica” de Milei nunca fue sencilla. En los últimos meses, los ataques provenientes de la “infantería digital” de LLA y declaraciones de figuras cercanas al presidente, como la diputada Lilia Lemoine, pusieron en evidencia el descontento hacia la vicepresidenta. Este malestar se profundizó con la reciente controversia sobre Kueider, que avivó las diferencias internas.
En su mensaje, Villarruel intentó bajarle el tono a las disputas. “Soy parte del espacio que gobierna nuestro país desde su misma fundación y aquí me quedaré defendiendo las convicciones que nos llevaron a encontrar un camino común al presidente Milei y a mí”, escribió, buscando proyectar unidad. Sin embargo, los hechos previos sugieren otra lectura: desde el inicio de la gestión, la vicepresidenta no logró inmiscuirse en los ministerios de Defensa y Seguridad, tal como se le había prometido en campaña, y optó por construir una agenda propia.
Una agenda paralela que incomoda
Durante el último año, Villarruel consolidó una intensa presencia en el interior del país, asistiendo a actos militares, fiestas locales y eventos productivos. Este recorrido la posicionó como una referente de la “derecha popular” y evidenció su intención de ampliar su base de apoyo más allá de las estructuras tradicionales de LLA. Incluso comenzó a difundir lo que denominó su “Agenda Argentina”, una iniciativa que parecía delinear un perfil político propio.
El domingo, sin embargo, dejó entrever un repliegue estratégico. “Hoy no hay lugar para la ‘moderación’”, afirmó, insistiendo en que será Milei quien defina su rol electoral. Con esta declaración, Villarruel buscó enviar un mensaje de unidad y recordar el origen compartido de su trayectoria política con el presidente. “Me acuerdo como si fuera ayer cuando éramos sólo dos diputados contra el kirchnerismo. Nos hacían la vida imposible, pero sabíamos que el destino de la Argentina era brillante”, rememoró.
El factor Karina Milei y las miradas hacia 2027
A pesar del gesto conciliador, el acercamiento de Villarruel con Milei enfrenta un obstáculo importante: Karina Milei. La hermana del presidente y figura clave en la estructura nacional de LLA ha dejado claro su rechazo a la vicepresidenta. Este distanciamiento alimenta rumores sobre un posible binomio Milei-Milei de cara a las elecciones presidenciales de 2027, una idea que comenzó a circular en las últimas semanas en sectores oficialistas.
Desde el entorno de Villarruel, sin embargo, insisten en que su prioridad es cuidar la institucionalidad del país y evitar enfrentamientos innecesarios dentro de LLA. Además, desestiman los intentos de sectores externos que buscan incluirla en armados políticos por fuera del espacio oficialista.
Conclusión: unidad en la superficie, tensiones subyacentes
La publicación de Villarruel pretende ser una señal de estabilidad en medio de un panorama complejo para el oficialismo. Pero las diferencias internas, especialmente las relacionadas con la construcción de agendas paralelas, los liderazgos y las proyecciones hacia 2027, sugieren que el equilibrio es frágil. La vicepresidenta parece haber optado por desescalar el conflicto, pero queda por verse si su gesto alcanzará para cerrar las grietas que atraviesan el núcleo duro de La Libertad Avanza.