Uno de los puntos de acuerdo destacados es la disposición del Gobierno a retrotraer el impuesto a las Ganancias, estableciendo un piso de $1800.000 para trabajadores solteros y $2,2 millones para casados. Este movimiento busca atender las demandas de los sectores laborales y familiares. Asimismo, se anunció el envío del borrador del nuevo proyecto a los jefes de bloques de la Cámara baja y los gobernadores para su posterior análisis, una señal de apertura al diálogo y la colaboración interinstitucional.
Las conversaciones, que tuvieron lugar bajo la dirección del jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, fueron precedidas por un clima de incertidumbre respecto al debate fiscal. La intervención del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, generó preocupaciones, pero su participación en las reuniones de este lunes indicó un compromiso renovado con el proceso de negociación.
En estas reuniones, los representantes de los bloques opositores propusieron mejoras al proyecto presentado por el oficialismo. Entre las sugerencias destacadas se encuentran la elevación del mínimo no imponible y una reforma laboral que incentive la creación de empleo. Además, se abordaron temas como la moratoria con incentivos para buenos contribuyentes y la eliminación de comisiones de seguros estatales, señalando áreas de mejora y ajuste en la propuesta gubernamental.
A pesar de la apertura al diálogo, los participantes reconocieron que las discusiones aún se encuentran en una etapa informativa más que de negociación directa. Se espera que la verdadera negociación tenga lugar en el plenario de comisiones que se llevará a cabo a partir del 17 de abril en el anexo de Diputados. En este sentido, se aguarda la presentación de redacciones alternativas a los proyectos en cuestión, lo que podría favorecer su posterior aprobación.
La jornada culminó con la llegada de representantes radicales a la Casa Rosada, quienes expresaron su satisfacción con el desarrollo de las reuniones. Sin embargo, también señalaron puntos críticos que requieren una mayor atención, como el artículo 71 sobre desregulaciones y el apartado referente a privatizaciones y concesiones, áreas donde las discrepancias persisten.
En resumen, si bien se han logrado avances en la negociación de la Ley Bases, aún queda camino por recorrer para alcanzar un consenso completo. La próxima entrega del paquete fiscal, junto con las devoluciones de los gobernadores, marcará una etapa crucial en este proceso. La evaluación por parte del Gobierno sobre la posible modificación de la ley Bases o la incorporación de un nuevo texto evidencia la disposición de adaptarse a las necesidades y demandas de los diferentes actores involucrados.