En un intento por resolver las crecientes fricciones con los gobernadores de la coalición opositora Juntos por el Cambio, el Gobierno logró contener el malestar en una reunión celebrada en la Casa Rosada. Desde las 14:30 horas, los mandatarios provinciales se congregaron para un encuentro de una hora y media con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

La cita estuvo marcada por la desconfianza y las quejas de los gobernadores respecto al desfinanciamiento de las cajas jubilatorias que no fueron transferidas a la Nación, así como para discutir un paquete fiscal destinado a aliviar las cuentas provinciales. Este paquete, sin embargo, está condicionado a la aprobación de la ley ómnibus, una exigencia planteada por Javier Milei.

Al término del encuentro, Francos afirmó: «Hemos arribado a un acuerdo con los gobernadores presentes, que se comprometieron a apoyar ambos proyectos».

La ausencia del Presidente, quien se encontraba en Ushuaia para una reunión con la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, no obstaculizó el avance de las negociaciones. Los gobernadores expresaron un respaldo moderado a la sanción de la ley Bases, al paquete fiscal y al Pacto de Mayo propuesto por el Gobierno. «Nuestro respaldo no está atado a los pedidos», señaló uno de los mandatarios presentes.

Entre las demandas de los ejecutivos provinciales se encuentran soluciones para las obras públicas con financiamiento internacional y un trato más favorable por parte del Gobierno central. Algunos gobernadores expresaron su preocupación por la igualdad de trato entre aquellos que apoyan al Gobierno y los que se oponen.

La discusión más cerrada se espera que tenga lugar en el Senado, donde el DNU 70/23 encontró resistencia. Francos se mostró activo en persuadir a los legisladores necesarios para su aprobación, al igual que la vicepresidenta Victoria Villarruel.

La reunión, inicialmente programada para la semana pasada, fue reagendada para garantizar la presencia de los 4 gobernadores radicales que no habían sido invitados previamente. Los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio prefieren abordar sus demandas como un bloque unificado.

La ausencia del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien mantenía otra reunión sobre la deuda de coparticipación de la Ciudad, fue suplida por la vice jefa, Clara Muzzio.

Los reclamos de los gobernadores se centran en la financiación de las cajas jubilatorias provinciales, tema que se trató en la reunión. Francos aseguró que los fondos serán transferidos una vez concluida una auditoría por parte de la ANSES, aunque los gobernadores no descartan acciones legales adicionales para reclamar los fondos.

Se anticipa una reforma en el impuesto a las Ganancias, con la propuesta de establecer un nuevo piso más alto y porcentajes de pago más bajos. Sin embargo, no se proporcionaron detalles específicos al respecto.

La reunión también abordó la reversión de la cuarta categoría del impuesto, un tema que divide a los gobernadores de Juntos por el Cambio. Torres, gobernador de Chubut, se opone a la reversión, mientras que otros expresaron posturas divergentes.

Los mandatarios provinciales insisten en la necesidad de obras públicas y un financiamiento adecuado para las mismas. Se discutió la posibilidad de que las provincias asuman la responsabilidad de algunas obras nacionales a cambio del reconocimiento de deudas por parte del Gobierno central.

El Gobierno continúa su ronda de consultas con gobernadores iniciada el 8 de marzo, buscando obtener apoyo para sus proyectos legislativos. Hasta el momento, no se han mantenido reuniones bilaterales con algunos gobernadores, como Llaryora, de Córdoba, quien espera ser contactado por la Rosada.

A pesar de las tensiones y las discrepancias, tanto el Gobierno como los gobernadores expresaron un deseo de cooperación y diálogo para abordar los desafíos que enfrenta el país.