Fernández, quien recientemente participó en una conferencia sobre arquitectura financiera en Bolivia, utilizó las redes sociales como plataforma para expresar su descontento con el 13,2% de inflación registrado en febrero. El ex mandatario señaló que esta política económica de ajuste está sumiendo al país en una profunda depresión, con consecuencias sociales significativas.
En su análisis económico, Fernández no escatimó en críticas, recordando el récord inflacionario de su propia gestión junto a Sergio Massa como ministro de Economía. Destacó la caída del 12,4% en el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) durante enero, subrayando que estas cifras demandan una atención urgente por parte del gobierno.
El ex presidente hizo hincapié en las consecuencias negativas de lo que denominó como «debacle», señalando un aumento descontrolado de precios, incremento del desempleo, mayor pobreza y estancamiento económico como resultados de las políticas implementadas por la administración Milei.
En un giro imperativo en su discurso, Fernández exhortó al gobierno a cambiar de rumbo de manera inmediata, y llamó a la ciudadanía a no ser engañada. Acompañó sus declaraciones con datos oficiales del INDEC y una comparativa de índices económicos entre su gestión y la actual.
Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar por parte del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien responsabilizó a Fernández por uno de los peores gobiernos de la historia argentina. Adorni destacó que los argentinos han elegido dejar atrás el populismo y el engaño, optando por un futuro digno y próspero.
Las redes sociales también fueron escenario de un intercambio de reproches entre ex funcionarios del gobierno anterior y miembros del actual gobierno. Eduardo «Wado» de Pedro ironizó con una foto de Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger en 2015, mientras que distintos integrantes del gobierno pasado recurrieron al hashtag #TodaDeMilei para criticar la inflación acumulada durante la nueva administración.
En medio de estas tensiones políticas y económicas, la ciudadanía observa con preocupación el rumbo que tomará la economía del país, mientras tanto, las demandas de cambio y las críticas se mantienen en el centro del debate nacional.