En un abierto desafío al gobierno de Javier Milei, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) anunció este jueves un paro nacional docente de 24 horas, poniendo en jaque el comienzo de las clases previsto para el lunes 26 de febrero. El gremio, a la espera de la fijación de un salario mínimo, aguarda una convocatoria oficial en la Secretaría de Trabajo nacional para el próximo martes. «Se ha dilatado intencionalmente la convocatoria a la reunión. Todos sabían cuándo se iniciaba el ciclo lectivo», expresó Sonia Alesso, secretaria general de CTERA.

En una conferencia de prensa urgente, Alesso informó que en el congreso de CTERA se votó «unánimemente» a favor del paro, anunciando también movilizaciones en todas las provincias el próximo lunes y la participación en la audiencia convocada por el Gobierno nacional para el martes 27.

«Veníamos reclamando la convocatoria a la paritaria desde enero. Hemos tenido una reunión, pero la convocatoria no se daba. Más allá de lo sectorial, hemos planteado la urgencia y necesidad de que se enviaran los fondos que fueron retraídos de forma irregular a las provincias y a los docentes», agregó Alesso.

Uno de los puntos álgidos de los reclamos es la continuación de las transferencias del Fondo de Incentivo Docente, detenidas por Javier Milei, y los programas educativos nacionales.

«El próximo mes los docentes de todo el país van a cobrar menos. Y no estamos hablando de poco. Estamos hablando del fondo compensador, del FONID y en el caso de la quinta hora se da un fenómeno particular: a varios docentes se les ha notificado que no va a continuar. Además de ser desplazados de sus puestos de trabajo van a perder parte de su salario», enfatizó la secretaria general.

En este sentido, se destacó que las conclusiones de la audiencia en Trabajo se llevarán al plenario gremial el próximo miércoles, donde se analizará la continuidad del plan de acción en función de los reclamos. Sin embargo, desde el sector se desconfía de que la reunión del martes pueda fijar el salario docente, considerándola más bien como un primer paso en las negociaciones.

Es importante destacar que la medida de fuerza no afectará a la Provincia de Buenos Aires, donde el inicio de clases está programado para el 1 de marzo.

Las críticas de CTERA hacia el gobierno de Milei son severas. La suspensión del Fondo de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo Compensador de Desigualdades Salariales comprometen el 10% del salario de más de 1.650.000 trabajadores, según argumenta el gremio.

«El daño ya está hecho. Esto no pasó en ningún otro gobierno. Hemos tenido momentos que hemos discutido, pero es la primera vez desde la existencia de estos fondos en que no van a ser percibidos por las jurisdicciones y por lo tanto no lo van a cobrar los maestros», sostiene Alesso.

En un repaso de las objeciones, Alesso llama la atención sobre «varias cuestiones legales que sorprenden», incluyendo el horario y el temario de las convocatorias.

La Casa Rosada confirma que evalúa la posibilidad de declarar la educación como un servicio esencial. Sin embargo, sindicatos como el SUTEBA respondieron que tal medida es «absolutamente inconstitucional».

Mientras tanto, resta observar el desenlace de esta disputa que afecta directamente el inicio del año escolar en varias provincias argentinas.