La confirmación de este incremento, proveniente de fuentes internas del sector, coincide con la inmediata formación de extensas filas en los puntos de expendio, donde el litro de nafta súper podría alcanzar los $750 en promedio, mientras que la premium amenaza con superar los $1000 en algunas estaciones, acercándose notablemente al valor del dólar paralelo, que el día anterior cerró a $1005.
Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustible, expuso que durante el año anterior el promedio ponderado de aumento en las estaciones de servicio de YPF llegó al 260%. Destacó además que este aumento de anoche sitúa el costo de los combustibles en una posición aún más elevada en comparación con la inflación, cubriendo un supuesto atraso existente.
Las palabras del directivo también apuntaron a las palabras del Presidente sobre la necesidad de que los precios de los combustibles alcancen una paridad con el mercado de exportación o importación, incluso prescindiendo de los costos de producción.
Este último incremento se suma al ajuste aplicado tras la devaluación, con un aumento de precios entre el 35% y el 45%. Una escalada de tarifas que se había sumado al ajuste ejecutado apenas una semana antes, el 8 de diciembre, bajo el mandato de Alberto Fernández, donde el incremento oscilaba entre el 15% y el 30%, dependiendo de la marca y la región geográfica.
Antes de este nuevo alza, los precios vigentes de los combustibles de YPF en la ciudad de Buenos Aires se ubicaban en $587 para la nafta súper, $704 para la nafta premium, $662 para el gasoil y $779 para el diésel premium.
Aunque en un inicio se hablaba de un aumento aplicado solo por las petroleras privadas, ninguna de ellas ha confirmado oficialmente dicha medida. Sin embargo, dada la secuencia de los últimos incrementos, se especula que YPF también se sumará a esta escalada.
Tras el último aumento en diciembre, los precios de los combustibles en la petrolera Raízen, licenciataria de la marca Shell, ya se habían elevado considerablemente: $617 para la nafta súper, $750 para la nafta premium, $695 para el gasoil súper y $791 para el gasoil premium. Estos valores, tras el incremento del 27%, podrían acercarse a los US$1 por litro en algunos casos.
Con este nuevo incremento, se consolida un aumento del 84% posterior a la devaluación, una cifra que responde a las demandas de las petroleras, las cuales argumentaban que el traslado a los precios debido a la devaluación debía situarse entre el 70% y el 80%.