En los albores de su mandato, el presidente electo Javier Milei ha desvelado la estructura mayoritaria de su gabinete gubernamental, delineando una transformación drástica que amalgama la responsabilidad de varios ministerios en ocho entidades, de las cuales dos destacan como «súper ministerios», encargados de asumir las tareas de múltiples organismos.

Los ministerios existentes que conservarán su independencia son Economía, Relaciones Exteriores, Seguridad, Interior, Defensa y Justicia. Por otro lado, los dos «súper ministerios» serán Infraestructura, abarcando Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones, y Capital Humano, integrando Desarrollo Social, Salud, Trabajo y Educación. Únicamente el Ministerio de Defensa aún no cuenta con un titular designado.

La jefatura de Gabinete será liderada por Nicolás Posse, un ingeniero egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), reconocido por su labor en la formación de equipos técnicos para la campaña del líder ultraderechista de La Libertad Avanza. La conexión entre ambos se solidificó en la Corporación América, bajo la dirección de Eduardo Eurnekian, donde colaboraron en el proyecto del Corredor Bioceánico Aconcagua.

La reestructuración del gabinete implica la eliminación de 10 de los 18 ministerios previamente vigentes. Por ejemplo, Cultura pasará a ser secretaría, aunque aún no se ha determinado si estará bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete o de la Secretaría General de la Presidencia.

Los ministros confirmados para el futuro gabinete de Javier Milei incluyen figuras controvertidas y con variados antecedentes:

• Luis Caputo, Ministro de Economía:
Exministro de Finanzas y expresidente del Banco Central durante la gestión de Macri, Caputo es recordado por su creación del «bono a 100 años», su implicación en los Paradise Papers, y su vínculo familiar con un intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

• Mariano Cúneo Libarona, Ministro de Justicia:
Graduado en la Universidad del Museo Social Argentino, es conocido por su defensa en casos mediáticos y su propuesta de otorgar autonomía financiera a la Corte Suprema, según reveló en una entrevista con Clarín.

• Diana Mondino, Canciller:
Economista con una trayectoria de 17 años en el Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA), ha generado controversia por sus opiniones sobre diversos temas sensibles como la autodeterminación de las Islas Malvinas y la reforma de la Ley Justina.

• Guillermo Ferraro, Ministro de Infraestructura:
Con una larga experiencia en el ámbito privado y público, dirigirá uno de los «súper ministerios», con jurisdicción sobre Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones.

• Sandra Pettovello, Ministra de Capital Humano:
Encargada del «súper ministerio» que combinará las responsabilidades de Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social, Pettovello carece de experiencia previa en gestión pública, proveniente de una trayectoria en el periodismo y medios de comunicación.

Estos nombramientos forman parte de un enfoque radical de Milei para fusionar ministerios, buscando optimizar recursos y evitar conflictos de competencia entre áreas. Sin embargo, la falta de detalles sobre la estrategia para abordar desafíos específicos plantea interrogantes sobre la viabilidad y coherencia de esta propuesta.

Además de los ministros, se han confirmado secretarios para diversas carteras, con perfiles que reflejan la heterogeneidad de la nueva administración, desde exfuncionarios de gobiernos anteriores hasta profesionales provenientes de otros sectores de la sociedad.

Esta reorganización del gabinete también incluye la figura de Manuel Adorni, quien asumirá como vocero presidencial, un analista económico que se ha destacado en redes sociales y ha sido parte activa de campañas políticas anteriores.

Con esta configuración, Milei busca imprimir un sello distintivo en su gestión, marcado por la fusión de ministerios, aunque la incertidumbre persiste sobre cómo se llevarán a cabo políticas concretas en cada área, lo que genera expectativas y dudas en la opinión pública.