En un encuentro trascendental, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, reunió a más de 80 intendentes en ejercicio y electos de Unión por la Patria para abordar la crítica situación económica que atraviesa la región.

La premura del gobernador se debe a la fragilidad económica que enfrenta la provincia, llevándolo a presentar un pedido de autorización ante la Legislatura para la toma de una deuda de 150 millones de dólares. Este monto está destinado a cubrir el aguinaldo de aproximadamente 600,000 trabajadores públicos, una tarea urgente que requiere fondos frescos.

El proyecto, elaborado por el ministro de Hacienda, Pablo López, se plantea al margen del presupuesto y la ley impositiva para evitar demoras en su aprobación.

Kicillof busca asegurar los recursos necesarios para cumplir con los pagos de aguinaldos a mediados de diciembre. En este escenario, los intendentes emergen como actores clave, ya que su respaldo no solo facilitaría la aprobación del proyecto, sino que muchos de ellos exigirán transferencias de la provincia para cubrir sueldos y aguinaldos en las 135 administraciones municipales.

Tras la reunión en la Casa de Gobierno, los intendentes expresaron su preocupación por la difícil situación de algunos municipios, especialmente aquellos que han experimentado cambios políticos recientes. En este sentido, la negociación entre el gobernador y los alcaldes se presenta como un desafío crucial, ya que estos esperan que al menos el 50% de la masa salarial sea transferida a los municipios, especialmente en lo que respecta a los aguinaldos.

En privado, Kicillof compartió su visión de la situación, destacando que las políticas de Milei dividen a la provincia. Consciente de la delicada coyuntura, el gobernador presentó al presidente electo un panorama deficitario, resaltando que la provincia contribuye significativamente al producto bruto nacional, pero recibe un porcentaje menor en la coparticipación federal.

Durante la reunión, Kicillof detalló los recursos recibidos desde la Nación, subrayando su insuficiencia en comparación con lo aportado por la provincia. Ante la incertidumbre sobre las pautas macroeconómicas para 2024, el gobernador justificó el proyecto de endeudamiento como una medida necesaria para garantizar el funcionamiento adecuado de la gestión provincial y para recomponer el financiamiento en lo que resta del año.

A pesar de la importancia del respaldo de los intendentes, no se brindó información oficial sobre la posible asistencia financiera a los municipios. Sin embargo, los jefes comunales manifestaron su disposición a respaldar la aprobación del proyecto de endeudamiento.

Con el desafío adicional de la falta de aportes nacionales, transferencias discrecionales y la ausencia de grandes obras de infraestructura, Kicillof enfrenta un año financieramente complicado. La presentación del Presupuesto para 2024 se posterga mientras se reformula el cálculo de gastos y recursos, y se espera que la Justicia no afecte los recursos coparticipables en disputa con la Ciudad de Buenos Aires.

Buenos Aires, que concentra una gran proporción de la población y diversos indicadores de vulnerabilidad, busca superar estos desafíos económicos con el respaldo de intendentes y medidas financieras urgentes.