Con apenas 48 horas para la elección definitiva y la veda electoral en marcha, hay un consenso generalizado sobre la equidad entre los dos principales candidatos, quienes encabezaron las elecciones generales del 22 de octubre: Massa logró un 36,7% y Milei un 30%.
En un rincón, la estrategia del «miedo» respaldada por Unión por la Patria, que dio réditos en octubre; en el otro, el renovado respaldo de Libertad Avanza, respaldado por la facción más radical del PRO, con figuras como Mauricio Macri y Patricia Bullrich, esta última tercera en las elecciones pasadas.
El último día de campaña expuso las disparidades entre los candidatos. Milei optó por un acto multitudinario en Córdoba, mientras que Massa recorrió lugares cercanos, desde un colegio porteño hasta el encuentro con una anciana en Berazategui y una cumbre empresarial a la que había asistido su rival.
Sin embargo, la jornada estuvo marcada por tensiones debido a la denuncia de un presunto fraude «colosal» hecha por Libertad Avanza a la Gendarmería, acusando la alteración del contenido de las urnas y las actas de escrutinio para favorecer a Massa.
El oficialismo respondió con un contraataque liderado por Aníbal Fernández, actual ministro de Seguridad, anunciando acciones legales contra los libertarios que presentaron la denuncia.
En horas de la tarde-noche, Milei encabezó un acto masivo en el Patio Olmos de Córdoba, con la participación de Bullrich como oradora principal y respaldo de dirigentes, en su mayoría mujeres como Victoria Villarruel, Carolina Píparo y Diana Mondino.
El candidato libertario tardó casi 20 minutos en atravesar la multitud para llegar al escenario, destacando su deseo de marcar una diferencia decisiva en esta provincia, donde obtuvo gran respaldo en las PASO y las generales.
En su discurso, Milei retomó críticas al kirchnerismo por la «campaña del miedo», señalando la situación del país como un «infierno». Hizo hincapié en cifras de inflación, pobreza y abogó por la estabilidad, además de denunciar la corrupción oficialista y reforzar la importancia de cuidar los votos con fiscales de Libertad Avanza y los respaldados por Bullrich y Macri.
Por otro lado, Massa optó por un perfil bajo en el cierre de su campaña, desvinculándose del kirchnerismo en un almuerzo con prominentes empresarios del país en la tradicional cumbre de la CICyP.
«Quiero ser el presidente que cierre la grieta. El pasado ya no se discute más», afirmó Massa, apuntando a la necesidad de unir fuerzas. Posteriormente, realizó actividades en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia, buscando apoyo entre los jóvenes y la tercera edad.
El país se adentra en dos días de silencio político por la veda, con la expectativa de cerrar un año electoral intenso que definirá al presidente hasta 2027.