En medio de la agitada campaña electoral que precede al balotaje, la diputada nacional electa por La Libertad Avanza, Diana Mondino, ha reavivado el debate en torno a la venta de órganos en Argentina. Sus declaraciones han generado una serie de reacciones en el ámbito político.
Mondino, en un intento por esclarecer su posición, afirmó: «El mercado de órganos es algo fantástico, aunque la gente crea que la van a cortar en pedacitos». Estas palabras desataron una controversia en el espectro político argentino.
Sergio Massa, el candidato presidencial de Unión por la Patria, aprovechó la oportunidad para criticar las declaraciones de Mondino, publicando un video en las redes sociales que compilaba opiniones tanto de la diputada como del líder liberal, Javier Milei, sobre el tema.
En una entrevista con Radio La Red, Mondino trató de aclarar su posición: «El mercado de órganos es fantástico, pero todo el mundo cree que te van a agarrar en la calle y cortar en pedacitos para sacarte un riñón. Mercado quiere decir transacción. Por ejemplo, una persona que no conozco me puede donar a mí y hacer una cadena de favores».
Además, la diputada abogó por la continuidad de la Ley Justina, que regula las donaciones de órganos en Argentina, donde todas las personas mayores de 18 años son donantes a menos que expresen su voluntad en contrario. Mondino subrayó: «Hay una tergiversación notable con este tema. La Ley Justina también es fantástica y hay que aplicarla».
La respuesta de Massa no se hizo esperar, y en Twitter escribió: «Yo no creo en la venta de órganos, no es un mercado más. La vida no tiene precio», acompañando su comentario con el mencionado video.
Javier Milei, líder del espacio liberal, también respondió a Massa, acusándolo de llevar a cabo una «campaña sucia» y criticándolo por sus declaraciones sobre el aumento del precio de la gasolina. Milei declaró: «Hace dos días dijiste que la nafta no subía y hoy subió diez por ciento. En vez de mentirle a la gente con campaña sucia para cuidar tus privilegios, hacete cargo del desastre económico que hicieron ustedes en estos cuatro años. Llevan veinte años mintiéndole a la gente. No te creemos más.»
Por su parte, Mondino se defendió de las críticas, afirmando que sus palabras habían sido tergiversadas y acusando a sus oponentes de difundir miedo. En sus redes sociales, expresó: «No tergiversen mis palabras para infundir miedo. ¿Queremos continuar con tanta decadencia o cambiamos hacia un modelo de libertad? Sólo con mentiras pueden proteger sus privilegios. Viven a costa de nuestros impuestos. El único miedo que deberíamos tener es seguir con Massa.»
A pesar de la controversia, ninguno de los involucrados explicó detalladamente cómo funcionaría un «mercado de órganos».
El ministro de Salud de la Provincia, Nicolás Keplak, también se pronunció en contra de la propuesta de Mondino, argumentando que «dejar que el mercado organice es desconocer el tema y favorecer a los más ricos». Afirmó que el sistema actual funciona de manera ejemplar y que la vida no tiene precio, enfatizando la necesidad de mantener la Ley Justina y reducir los tiempos de espera.
En el mismo contexto, la Fundación Huésped emitió un comunicado en el que defendía la gratuidad y confidencialidad de la donación y recepción de órganos en Argentina, argumentando que esta política garantiza la transparencia y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.
Ezequiel Lo Cane, padre de Justina, una niña fallecida mientras esperaba un trasplante de corazón, rechazó la iniciativa de Mondino y los libertarios, destacando la importancia de respetar la Ley Justina y mejorar su implementación en lugar de proponer cambios drásticos.
La diputada nacional de la UCR, Carla Carrizo, también criticó la propuesta de Mondino, calificándola como un «delito» y una falta de respeto hacia las personas inscritas en el INCUCAI que esperan un trasplante. Carrizo subrayó la necesidad de comprender cómo funciona el sistema estatal antes de plantear cambios.
La idea de un «mercado de órganos» ya había sido propuesta previamente por Javier Milei, lo que generó rechazo en algunos sectores de la sociedad argentina. El economista argumentó que permitir la venta de órganos podría ser beneficioso y defendió la idea de la libertad individual para tomar decisiones sobre el propio cuerpo. Estas declaraciones han sido objeto de debate y controversia en el país.