En una decisión inesperada, el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se distancia de Massa y Milei, apostando a una visión alternativa para el balotaje.

En una jornada de sorpresas políticas, el miércoles, Horacio Rodríguez Larreta hizo público su distanciamiento tanto de Sergio Massa como de Javier Milei. Desde Parque Patricios, el líder capitalino marcó un rumbo propio en medio de un acuerdo suscrito horas antes por Macri y Bullrich con el líder libertario.

«Las opciones en el balotaje no favorecen a los argentinos. Massa representa la continuidad del populismo kirchnerista y la hiperinflación, mientras que Milei es un salto al abismo con ideas al límite de la democracia», afirmó Rodríguez Larreta, subrayando que esta visión es compartida por la mayoría de Juntos por el Cambio.

En este contexto, el desafío de cara a 2024 radica en consolidar una coalición opositora de la mayor envergadura posible. Esto deja entrever la posibilidad de una nueva alianza que incluya a figuras como el exmandatario y su rival en las PASO, sumados al referente libertario.

El alcalde de Buenos Aires busca erigirse como uno de los pilares del renovado JxC que tomará forma el próximo año, junto a sectores como el radicalismo, la Coalición Cívica y otros socios que lo respaldaron en las primarias del 13 de agosto. Esta corriente promovía un mayor diálogo y la superación de la «grieta», aunque resultó derrotada en las internas.

A pesar de no haber estado presente en la sede del gobierno porteño, María Eugenia Vidal respaldó la posición de Larreta, desmarcándose de ambos candidatos y rechazando ser funcional al massismo. En sus palabras, Massa es señalado como responsable de la inflación insostenible.

El anuncio de Larreta no solo supone un quiebre con la decisión de Macri y Bullrich de respaldar al candidato libertario, sino también la siembra de una semilla para una nueva construcción opositora.

En primer lugar, busca despejar las dudas sobre su antigua amistad con el actual ministro de Economía, asegurando que no integrará un gobierno kirchnerista y manteniendo su compromiso de construir un país distinto.

Respecto a su postura, rechaza ser «funcional» a la candidatura de Massa, destacando que lo que no favorece son las disputas entre líderes. Además, subraya que no impondrá su elección a los ciudadanos, aunque pide disculpas por no haber estado a la altura de las necesidades.

En su exposición, Larreta pareció mostrar más descontento hacia Macri que hacia su ex rival interno, recordando el respaldo que este brindó a Milei durante la campaña, un punto que Patricia Bullrich también enfatizó.

En medio de lo que parece ser una fisura en el PRO, Larreta evita confirmar su permanencia en el partido amarillo, priorizando su compromiso con la unidad.

En todo momento, busca posicionarse como uno de los impulsores de una «nueva mayoría» en la coalición opositora, mencionando que la defensa de la neutralidad en el balotaje es compartida por la mayoría de los 10 gobernadores y otros socios como la UCR, la CC, Confianza Pública y el Peronismo Republicano. En última instancia, destaca la necesidad de respaldar una coalición amplia como una barrera efectiva para proteger a los argentinos a partir del próximo 10 de diciembre.