La sorpresiva derrota electoral sufrida por el espacio político de Juntos por el Cambio en las recientes elecciones ha dejado a los dirigentes sumidos en un mar de autocrítica. «Nadie la vio venir», es el comentario predominante que envuelve a casi todos los miembros de la coalición opositora. Sin embargo, existe un consenso generalizado entre ellos: atribuir a Mauricio Macri la mayor responsabilidad en esta debacle electoral que podría poner en peligro la unidad de la coalición.
Hasta el momento, el único líder de Juntos por el Cambio que ha expresado públicamente su enojo con el expresidente es el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli. Galli, quien terminó en tercer lugar detrás de Unión por la Patria y La Libertad Avanza en su distrito, citó un tweet del periodista Ezequiel Spilman y arremetió contra Macri en sus declaraciones. «Claramente @mauriciomacri no es más el líder ni el referente de JxC. Argentina eligió, y claramente fue en un sentido opuesto a lo que venimos proponiendo», publicó Galli en las primeras horas del lunes, sin disimular su enojo.
Si bien Galli fue el único miembro del PRO en expresar públicamente su malestar, sus palabras reflejan el sentir de muchos dentro de la coalición, especialmente aquellos cercanos a Horacio Rodríguez Larreta. Además, un sector del radicalismo que siempre ha sido crítico de Macri y que ahora analiza seriamente la posibilidad de abandonar la coalición también comparte esta opinión. Este grupo está encabezado por Gerardo Morales y Martín Lousteau, quienes son presidentes y vicepresidentes del partido y fueron aliados de Larreta en su intento presidencial fallido.
En el larretismo, por otro lado, evitan hacer públicas las críticas hacia el ex presidente, pero reconocen que su ambigüedad y coqueteo con el candidato libertario José Luis Espert, conocido como Milei, han tenido un impacto negativo en la coalición.
El enojo también involucra a dirigentes más alineados con Macri, como Patricia Bullrich, quien nunca se sintió plenamente respaldada por el ex presidente a lo largo de los dos últimos meses, a pesar de que Macri fue quien impulsó su candidatura antes de las elecciones primarias.
En respuesta a estas críticas, el macrismo ha adoptado una postura firme, especialmente frente al sector más disidente de la Unión Cívica Radical (UCR). Desde el entorno de Macri argumentan que estas críticas buscan romper la coalición de Juntos por el Cambio y estrechar lazos con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, no solo para el balotaje sino también para formar un gobierno de unidad nacional, una idea que Massa ha venido promoviendo.
La relación entre Macri y este sector de la coalición parece ser irreparable. Desde el entorno del ex presidente afirman que desde el domingo por la tarde estuvieron trabajando en una alianza con Massa. Según ellos, Macri fue más serio en su enfoque político y no emitió comentarios sobre Milei, a diferencia de otros miembros de la coalición.
Existe una convicción dentro del macrismo que se ha fortalecido desde las elecciones primarias de agosto. Argumentan que Macri habría sido presidente si hubiera competido, ya que en las elecciones de 2019 obtuvo 32 y 40 puntos y tenía el potencial para vencer a Milei en esta ocasión. Además, afirman que la interna en agosto se desató porque Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta deseaban competir en unas elecciones primarias, y no por una decisión de Macri.
A pesar de las tensiones, se ha mantenido la unidad en la coalición, al menos públicamente. Se ha rumoreado sobre una reunión de la cúpula del PRO, pero en realidad fue un encuentro más privado que incluyó a Mauricio Macri, su primo Jorge Macri y otros miembros del partido. En esta reunión, se discutió sobre el posible gobierno de Jorge Macri en la Ciudad, la renuncia de Leandro Santoro y se analizó el resultado de las elecciones. Sin embargo, no se tomó una posición oficial sobre el balotaje entre Massa y Milei, ya que se espera que esta decisión se tome en una reunión más amplia que incluya a todos los miembros de la coalición. Desde el macrismo aseguran que no tienen intenciones de romper la coalición y que su posición es de mantener la unidad.